La semana pasada, en una sesión con un cliente, éste comenzó a darse cuenta que a pesar de que amaba mucho a su pareja, en el día a día su comportamiento distaba de tan noble sentimiento. Él achacaba su mal humor y la falta de tacto emocional a los gajes del trabajo y a las múltiples responsabilidades para con sus hijos. Esto me hizo reflexionar al 
respecto de nuestro doble discurso del día a día: por un lado llevamos en alto la bandera de nuestros valores, añoranzas y grandes metas a lograr, pero por otro lado nuestros comportamientos banales son como pequeños barcos que se alejan del puerto tan añorado.
respecto de nuestro doble discurso del día a día: por un lado llevamos en alto la bandera de nuestros valores, añoranzas y grandes metas a lograr, pero por otro lado nuestros comportamientos banales son como pequeños barcos que se alejan del puerto tan añorado.
Ser capaces de vislumbrar objetivos (por ejemplo: un ascenso, casarse, no cometer el mismo error, ser vegetariano, hablar bien a tus hijos, etc..) es algo que por más absurdo que parezca no siempre lo tenemos claro. A lo largo del día hacemos múltiples actividades del modo en que “normalmente se tienen que hacer”, “se deberían hacer” o “estamos acostumbrados a realizar”.
Esta especie de rutina hace que día a día cientos de miles acciones se filtren sin querer, decisiones de las que no somos del todo conscientes, pero que irremediablemente nos alejarán o distanciarán de diversos objetivos de los que quizás, cuando ya sea tarde, nos cuestionemos el por qué.
Un ejemplo sencillo lo encontramos en nuestros elecciones y hábitos alimenticios, los cuales se relacionan sólidamente con nuestra autoestima (y no sólo “ante el espejo”), así también con nuestra forma de disfrutar el ocio en pareja (salidas a cenar o en casa, amén de la ingesta y por ende la actividad después de la misma), las quedadas con nuestros amigos, los grupos de referencia (por ejemplo si consumes verduras ecológicas o gustas del vino), nuestro nivel de activación, etc…
Por ello trabajar en pequeñas y grandes metas implica no sólo ser conscientes de ellas sino de que todo lo que hacemos en el día a día guarda relación con nuestro objetivo final y esto es a lo que se llama ser “Auto – determinados”.
Por ejemplo, si quisiéramos aprender un idioma, quizás haya un mundo de decisiones que estamos dejando pasar, cómo conocer gente de ese país, escuchar por internet radio de dicho idioma, buscar canciones que entendamos, traducir frases de uso diario, informarnos de donde proviene esa lengua, ver cómo vive la gente allí, tomar en cuenta cuánto
cuesta un billete hasta aquél lugar. Así también, si crees que serás feliz con una pareja aventurera y emprendedora, rodéate de gente que viaje, diles adiós a las personas que te cuentan cosas negativas o que siempre hacen lo mismo, indaga en grupos de gente que hace cosas diferentes, infórmate de cómo emprender una pequeña empresa, disfruta de historias de éxito que te estimulen, despréndete de todo lastre cultural que te pueda afectar, realiza un serio cambio de tus hábitos.
cuesta un billete hasta aquél lugar. Así también, si crees que serás feliz con una pareja aventurera y emprendedora, rodéate de gente que viaje, diles adiós a las personas que te cuentan cosas negativas o que siempre hacen lo mismo, indaga en grupos de gente que hace cosas diferentes, infórmate de cómo emprender una pequeña empresa, disfruta de historias de éxito que te estimulen, despréndete de todo lastre cultural que te pueda afectar, realiza un serio cambio de tus hábitos.
Si somos capaces de conectar cada minúsculo hábito con nuestros sueños, haremos algo mucho más fantástico y maravilloso que dirigirnos a una meta:
“Nos IMPLICAREMOS y RESPONSABILIZAREMOS de ella, siendo nuestra persona el eje de la situación”. De este modo seremos nosotros el propio motor de nuestra “auto-determinación” , además que, siendo proactivos estaremos catapultando hacia “adelante” a las personas de nuestro entorno. Por ello te invito a que persigas a tu propia estrella, asumiendo dicho reto.
¿Tienes una meta y quieres acercarte a ella?, ¿eres de los que crees que lo hermoso de hacer camino no es sólo el destino sino toda la ruta en general?, ven a Fent Psicologia, juntos podemos trabajar para convertir en objetivos tus propios sueños.
Gustavo Rullier y Diana Poveda
Fent Psicología , Servicio de atención Psicológica & Coaching en sesiones presenciales y on-line.
calle Salamanca 30 pt 4. Valencia
Qué buen artículo. Parece mentira pero ser el eje de tus sueños es lo que te indica la lógica, pero es lo que en el día a día borramos.
ResponderEliminarDe hecho hay que replantarnos muchas cosas.
Gracias
Maricucha